jueves, 18 de febrero de 2010

08 ANÁLISIS DE LA PROPUESTA DE DESARROLLO URBANO








En el desarrollo urbano, el término de "Políticas ", tanto de aplicación como de gestión, alcanzan una dimensión fundamental, ya que se sostienen en la gente y su apoyo, ya que actúan sobre la vida cotidiana de esta. A mayor compromiso popular, la gestión se agiliza. Sin participación, el vinculo se resiente y el grupo se transforma en resistencia.


Se debe tener en cuenta que en Desarrollo Urbano, se ha abandonado el termino de Planeamiento Urbano, ya que se actúa tanto sobre elementos fijos de la ciudad, (edificios, plazas, calles, etc.), como también sobre elementos dinámicos (personas, actividades, expectativas, etc.). Con lo cual, los términos de proyección a futuro, de muchos planeamientos fijos en un horizonte determinado, resultaron ser inaplicables, por carecer del marco adecuado.


Además, es importante destacar la condición de "fin de siglo", en el cual nos desarrollamos en este momento. Históricamente esto ha significado cambios profundos, no por una ecuación histórica, sino por la condición de finitud, que el propio ser humano imprime a sus actos. Mas allá de esto, el mundo de los próximos diez años, no será el mismo. Aun con condiciones económicas desfavorables, el fenómeno de la conectividad, de la normalización, de la calidad técnica, es una realidad tangible a partir de Internet, ISO 9000," just in time", etc. También el aprovechamiento de recursos, ha dejado de ser una cuestión histórica, o económica, para transformarse en un fenómeno cultural, necesario donde las cuestiones del medio ambiente o la identidad, surgen ante la inconsistencia de un ciudadano prisionero de sus propias necesidades y anhelos.


Por consiguiente, un Programa de Desarrollo Urbano, correctamente expresado, implica el conjunto de instrumentos necesarios para la aplicación de políticas específicas con respecto a la ciudad, donde, fijado el marco socio - jurídico - económico, de estas, se posibilitan las acciones necesarias para el desarrollo urbano de la ciudad, a través de la participación de los organismos oficiales, los particulares, las empresas, las entidades intermedias, etc. Este programa, a diferencia de posturas teóricas anteriores, no es un plan que "se aplicará en el futuro, una vez terminados, determinados estudios"... , sino que comienza desde el primer día de su creación, a través de una decisión política (primer logro).


El Programa de Desarrollo Urbano, (o de Re- desarrollo, si correspondiere), es por consiguiente un contenedor en el cual, al definir un "universo", se puede actuar, tanto técnica, como políticamente. La terminología correcta implicaría, en todo caso un Proyecto de Ciudad, que no debiera confundirse con proyectos en la ciudad, los cuales serian la materialización de emprendimientos singulares en esta.


Por otra parte, la participación del ciudadano, no significa condicionar a una resolución arbitraria, decisiones sobre los elementos técnicos y/o instrumentales de la aplicación de un programa de desarrollo, ni romper el acuerdo surgido entre el pueblo y sus representantes, a través del voto de una plataforma política, sino mas bien establecer vínculos válidos de comunicación entre éste y el Organismo de Aplicación, a fin de canalizar las expectativas y necesidades surgidas de esta "posibilidad "de instrumentar el presente y futuro desarrollo de la ciudad. Cabe tener en cuenta que el tema puede ser tremendamente negativo si es resistido o increíblemente movilizador si es aceptado. Y este impulso es la base de toda política de desarrollo, incluso las que implican al conjunto de los habitantes de una ciudad.

Antecedentes.

Los antecedentes son variados. El tema de re inserción del ferrocarril dentro de los esquemas urbanos, por ejemplo, fue uno de los términos determinantes de los proyectos urbanísticos de Barcelona en 1992. También y a partir de la década del 60, ante el fracaso del "planning", (entendido como planeamiento urbano meramente basado en pautas económicas) las ciudades medianas norteamericanas, (caso Boston o Jersey City, en su escala), apuntaron a técnicas de "urban environment", (entorno urbano) que finalmente fructificaron en el "townscape" y " landscape", (paisaje urbano y natural). Muchas de estas líneas influenciadas por la ecología, la sociología y la historia social fueron defendidas por gobiernos demócratas en EE.UU., laboristas en Inglaterra y socialistas en Francia. Su mayor apoyo las obtuvieron a partir de las demoliciones de construcciones de interés social de gran volumen a las cuales tuvieron que recurrir los EE.UU., para solucionar problemas urbanos graves a principios de la década del sesenta. Esto dejó a la vista una contradicción dentro del planeamiento de base económica, al dejar claro lo anti económico de demoler complejos de viviendas que ni siquiera habían amortizado la mitad de su vida útil. Finalmente la situación del planning, entró en crisis total en Alemania, cuando en la ultima mitad de esa década, los alquileres subieron alarmantemente en Colonia, por ejemplo, a pesar de existir disponibles espacios céntricos de vivienda en monoblocks. En 1984 Berlín tuvo que reciclar su área céntrica y varios barrios por el mismo motivo. Volviendo a los EE.UU, la Agencia de Redesarrollo de Los Ángeles, puso en marcha, una planificación basada en la recuperación de áreas históricas, a partir de la transferencia de potencial e inversiones privadas, controladas por la Agencia. En este caso el gobierno Municipal, actúa como socio en forma de lo que nosotros denominaríamos una cooperativa. De este programa, en nuestro país, tanto Rosario como Mar del Plata, han aplicado aspectos parciales, a partir de un Seminario dado por el arq. Spivack, (Director de la mencionada Agencia) en la UBA y la UB. Por último, en España, una aplicación directa de Programas de Desarrollo Urbano, se está aplicando en el País Vasco, a través del plan liderado por el arq. Vegara.


Sin embargo, el caso más claro de Desarrollo Urbano sea el de Curitiba, (Brasil) y su experiencia una de las más ricas a considerar. En cuanto a las experiencias nacionales y/o provinciales, las nombradas de Rosario y Mar del Plata son válidas. Dentro de la Provincia de Bs. As., ciudades como Vicente López, Tandil, y otras han comenzado su proceso de informatización de Catastro, en vías de aplicar un plan de obras en el ámbito urbano, (es de destacar los problemas comunicacionales de Tandil con su comunidad, para generar consenso). La Capital Federal y La Plata, renuevan en estos días sus planificaciones urbanas. En el caso de Buenos Aires dentro de un momento histórico, en el caso de La Plata, con serios problemas de voluntad política, ya que esta surge luego de varios años de ejecutar obras una misma administración. Falta en este último caso la visión política de haber aprovechado o generado un momento histórico.


En el ámbito local, se suscita hoy el momento histórico adecuado. Si bien no ha habido experiencias locales de programas de desarrollo urbano, (la ciudad cuenta con un código de ordenamiento), sí existieron casos de planes directores acotados. Este fue el caso del emprendido para la unificación del HZGA de Agudos de Junín, entre 1983 y 1987, donde intervinieron todos los niveles necesarios. Esto significó la consulta y participación de administrativos, profesionales, técnicos, personal de servicio, directivos, funcionarios a nivel provincial, municipal y nacional, organizaciones consultivas, departamentos universitarios, etc. Aun hoy, a una década de realizado, sirve como elemento de ajuste a las propuestas que surgen extrañas a él. El "fracaso", aunque limitado, se debió a que el mismo perdió sustento político y dejó de ser prioritario para la comunidad, aquejada por otras urgencias de índole económica. Distinto hubiera sido el caso si este programa se implantara en la comunidad, con técnicas de difusión adecuadas, de tal modo, que, aun siendo ejecutadas por otro nivel, el triunfo sería a nivel local. Combinando el hecho de la oportunidad histórica, la voluntad política, la necesidad de optimizar recursos, la disponibilidad de experiencias y teorías acordes, la ejecución de otros proyectos que han generado trabajos interdisciplinarios o participativos con la juventud, el ámbito universitario, etc., es que se sugiere el estudio y aplicación de un Programa de Desarrollo Urbano, denominado Proyecto - Ciudad.

Programa de desarrollo urbano

Las pautas que se dictan corresponden a la idea de generar una base de apoyo para los emprendimientos del Proyecto[1]. Asumiendo que el desarrollo urbano de una ciudad es un emprendimiento colectivo donde se conjugan las acciones de la comunidad, sus representantes, de particulares y empresas, sus intereses, de las políticas locales, regionales, etc., hemos de asumir la necesidad de contar con un organismo que se conciba como el instrumento idóneo para la materialización de estos objetivos. Por consiguiente el carácter de esta herramienta, no es meramente técnica como una oficina de planeamiento, sino también conceptual, relacional y autosuficiente. No implica esto una duplicación de servicios o personal, sino la adecuación de los existentes a las necesidades del desarrollo urbano. Por otra parte, es importante recordar que el trabajo creativo, dentro de una estructura clásica oficial, no es rentable, ya que en ella se paga por tiempo. Si las ideas no surgen, el tiempo abonado es pérdida. Por lo tanto, estos "tiempos creativos", conviene asumirlos dentro de otro esquema, como ser el de la gerencia o el de la investigación y/o docencia, donde se deben cumplir objetivos, y los tiempos devienen de la validez de los métodos acordados. Es así que todo nivel administrativo, técnico y/o de servicio dentro del esquema oficial debe encuadrarse dentro de sistemas informatizados y/u operativas sistemáticas que permitan cierta automatización de los procesos, a fin de optimizar el rendimiento de los tiempos. Llegado el caso esto podría suponer una re distribución de los recursos humanos, reduciendo las áreas con tiempos ociosos, aprovechando la sistematización propuesta. Conviene destacar nuevamente que, el desarrollo urbano, no significa una serie de obras de carácter meramente edilicio o vial, sino es que la imagen de estos terminan asociadas a estas obras. Gran parte del Programa de Desarrollo Urbano corresponde a la operatoria en sí. Esto permite tener logros, a través de la movilización de intereses particulares y grupales, aun antes de materializar obras propiamente dichas. El móvil estriba en la canalización de expectativas, para que estas, en vez de dispersarse en acciones reaccionarias, incentiven la realización del emprendimiento. Sin embargo para que esto resulte posible se debe contar fundamentalmente con dos instancias básicas: a) superestructura teórica y política sustentante y b) infraestructura técnica de excelencia. Corresponde entonces, definir qué significa cada una de ellas. Por superestructura teórica y política se ha de entender una instancia directiva fuerte que permita alimentar el programa. Lo político aporta la voluntad de hacer, lo teórico los caminos para materializarlo. Ambos deben ser de gran fuerza, ya que serán en definitiva la expresión de lo deseable y lo posible. Por infraestructura técnica se ha de inferir una serie de instrumentos apropiados para la concreción de las ideas propuestas. Esto hace referencia a dos aspectos a) una base de datos real de donde se han de producir las operaciones y b) un proceso productivo adecuado para ejercer acciones sobre ese medio que hemos definido. Estas dos instancias en sus dos aspectos particulares nos permiten definir el marco teórico ideal al cual debiéramos apuntar, generando ámbitos en el cual desarrollar este programa.


El nivel político debe ser de alta receptividad al tema. Éste último, adecuado a su plataforma política y por consiguiente, factible de ser una idea fuerza. El área política debe asumir su rol de gestor de la voluntad popular de producir un cambio en la vida ciudadana. Define los deseos.


El nivel teórico debe ser consistente consigo mismo. Amplio y versátil, académico en la rigurosidad de sus métodos e innovador en sus propios desafíos. Debe asumir su rol no sólo de sostenedor de las ideas a aplicar, sino también de formador de recursos humanos por docencia y de herramientas por investigación. Define las posibilidades.


El nivel topológico debe ser rigurosamente acotado. Sustentarse en una base de datos rigurosa, tanto estadística, como económica y topográfica. La misma debe ser actualizable y relacionable entre sí. No se puede aceptar áreas de las cuales no se tengan referencia y la misma base debe mostrar sus contradicciones. Define el ámbito.


El nivel instrumental debe poseer un nivel de excelencia. Consistente pero adaptable. Adecuado para responder a los cambios que se produzcan, sin tener que implementar improvisaciones, Se ha de considerar al mismo como un instrumento inteligente, que aprende de sí, al igual que un programa de inteligencia artificial, pero ejercido por seres humanos. Define los medios.


Aceptados estos parámetros, la puesta en marcha de cualquier Plan de Desarrollo Urbano se materializa a partir de la conjugación de todos estos elementos. Interactuando, definen por su propia lógica la Metodología, creciendo en el proceso desde una simple decisión hasta transformarse en un sistema operacional.

(Extraído de EL PATRIMONIO FERROVIARIO COMO DISPARADOR DEL CAMBIO, El caso de los Talleres Ferroviarios de Junín, Bases para Planes Estratégicos a escala de pequeñas y medianas ciudades, Juan P. Dillon, Graciela G. Tellería, arqs., Ponencia, XII Asamblea mundial del ICOMOS, México, México DF, Guadalajara, Guanajuato, 18-22 de octubre de. 1999.



[1] Plan de Re Desarrollo Urbano, Dillon, Franco, arqs.

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