miércoles, 17 de febrero de 2010

00 Recuperación Áreas Ex Talleres y Anexos BAP


INTRODUCCION

La ciudad de Junín, llegó en 1995, a una de esas circunstancias históricas, donde se impone la necesidad de reflexionar sobre sí misma. Vinculada durante las dos terceras partes de su vida al Ferrocarril, las circunstancias del neoliberalismo económico sacudieron ese vínculo y la obligó a abandonar lo que fue patrimonio, su cultura y hasta su identidad. Nacida de la conquista del desierto, Junín cambio su fisonomía de pueblo de campaña a ciudad pujante en algo más de medio siglo. A la mitad de su vida, los Ferrocarriles generarán ocupación para unas 5.000 personas, y la población urbana se proyectará a más de 55.000 habitantes. Semejante impacto implicó, con tasas de crecimiento mayores al 12%, que Junín, se constituyera, no sólo en ciudad, sino en conglomerado urbano, aunque sin la escala de una metrópolis. Prácticamente dos ciudades más, de carácter casi independiente, se generan en ella, Pueblo Nuevo y la Villa Belgrano - Villa Talleres. El núcleo de esto, los Talleres. Inclusivos y exclusivos a la vez, son la unión de las tres ciudades por su actividad, pero también la barrera que físicamente las separa con sus ramales e instalaciones. Cuarenta y nueve hectáreas, de las cuales 39 has., serán Talleres y el resto Almacenes. En este espacio se generará una densidad de más de 10.000 hab. / km2, cuando la del partido en 1947 será de 24,06 hab. / km2.

Para fines de la década de 1980, el sueño ha cambiado, y las condiciones políticas y económicas también. En 1975, la dotación de los talleres se ha reducido aproximadamente a 2.500 operarios, para mediados de la década del 90, la "Empresa", desaparece y se forma una cooperativa con 100 operarios, una persona cada media hectárea. Parte de los terrenos son ocupados también por una concesión a 30 años de los Ferrocarriles BAP, aunque aun el Estado retiene el dominio. El transporte de pasajeros, prácticamente cesa, existiendo un tren local diario, estructurado por una Unidad Ejecutora Provincial, que a su vez paga peaje al Concesionario por este servicio.

En julio de 1996, se firma entre la Municipalidad de Junín y Ferrocarriles Argentinos, (ENABIEF), un Convenio denominado "Ferro-Urbano". En él, se establece un recurso para la optimización de la infraestructura del ferrocarril dentro del área urbana de Junín. Aunque el mismo no especificaba un traspaso automático de bienes, al modo de la Ley 24.146, significó la viabilidad de proponer ideas y proyectos que hagan a esta optimización. El estudio, encarado por el Municipio para estos fines, y del que esta reseña es parte, procuró establecer las condiciones, normas, protocolos y horizontes futuribles y futurables para el desarrollo tanto del Sistema Ferroviario, como del Área Proyecto, como de la Ciudad toda y las Pautas de Desarrollo Estratégico, establecidas en los demás Estudios realizados por el Municipio.

Sin embargo, a diez años de finalizada la intervención de los generadores de este programa de Recuperación Urbana, la ciudad no ha podido establecer como propia las áreas que histórica, social y legalmente le pertenecen. Ha tenido la intención de crear un Plan Estratégico, tal cual estuvo previsto en este estudio, pero el mismo se ha visto superado por las continuas crisis que asolaron a nuestro país. Además, se encuentra ahora, a principios de la década del 2010, sujeta a requerimientos legales de individuos o corporaciones que quieran adueñarse de estos bienes, esgrimiendo posesiones veinteñales, algunas justas, otras viciadas de usurpación. Es justo reconocer que algunos terrenos e inmuebles externos al núcleo de talleres y almacenes han pasado a propiedad del Municipio. También que han surgido proyectos de urbanizar sectores periféricos como los almacenes y propuestas de evadir la barrera planteada por las vías. Pero, todas ellas hasta ahora se han disuelto en la dispersión de fuerzas que significa tener proyectos en la ciudad y no un PROYECTO DE CIUDAD.

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